Desde Chicago hasta Londres, grupos se reúnen en parques para gritar juntos tras ejercicios de respiración e intención compartida. Algunos cuentan que se sienten más ligeros, tranquilos o aliviados — una vía sencilla y gratuita para liberar estrés, tensión o emociones acumuladas.

Cada vez más personas se unen a “clubs del grito” — y muchos sienten alivio
EL PAIS





